Los fluidos apenas pueden comprimirse, por lo que no almacenan energía de presión.

En los acumuladores hidroneumáticos se emplea la capacidad de compresión de un gas para el almacenamiento de fluidos.

Nuestros acumuladores se basan en este principio, con el nitrógeno como medio compresible.

Un acumulador de vejiga se compone de una parte líquida y una gaseosa, con una vejiga como elemento separador hermético al gas. La parte líquida que rodea la vejiga está conectada al circuito hidráulico, de forma que al elevarse la presión, el acumulador de vejiga recibe el fluido y el gas se comprime.

Al disminuir la presión, el gas densificado se dilata y empuja el fluido de presión acumulado hacia el circuito.

Los acumuladores de vejiga de baja presión cuentan con un depósito soldado, una vejiga flexible con válvula de gas y un cuerpo de conexión hidráulico con válvula de retención o apoyo perforado.

Disponemos de diferentes variantes de construcción para presiones entre 35 y 40 bares, y caudales entre 7 y 30 l/s.

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